El insomnio es el enemigo del descanso de millones de adultos en el mundo, pero al igual que otros padecimientos como la obesidad y los estragos del estrés, son ahora los niños quienes enfrentan problemas que afectan su calidad de vida y su salud.
Dormir de forma adecuada es un hábito que puede forjarse desde la cuna y esto no solamente brindará paz y orden en la mamá y el papá, también resultará de gran beneficio para el desarrollo cerebral del pequeño y para su sano crecimiento.
Los dispositivos electrónicos son de los principales causantes de que el insomnio afecta a los niños, debido a que se pueden volver adictivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que 1 de cada 11 niños que tienen entre seis y 13 años, es adicto a gadgets y otros dispositivos que nos han dado las nuevas tecnologías.
La falta de sueño altera el estado de ánimo y la conducta de los pequeños, así como distintas capacidades y habilidades cerebrales y motoras. También se puede ver afectada su memoria, el lenguaje y capacidad para la resolución de problemas, sin contar que la falta de descanso es sinónimo de desgaste físico y anímico durante el día.
Especialistas de la Universidad de Michigan consideran que la falta de sueño es un enemigo para la madurez del sistema nervioso central de los niños. Mientras que expertos de la Universidad de Montreal realizaron un estudio y llegaron a la conclusión de que los pequeños con insomnio tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedades como sobrepeso y de padecer Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
De acuerdo al Instituto del Sueño en Madrid, desde antes de nacer, los niños tienen neuronas cerebrales con la capacidad de ejercer como una especie de “reloj biológico” y el control del sueño y la vigilia se determinan por este mismo. Este reloj biológico puede funcionar eficazmente cuando se dan las condiciones como oscuridad (para que se pueda segregar la melatonina, conocida como la hormona del sueño).
A la cama
No es fácil combatirlo y tampoco estás solo, Aventura Familiar te comparte algunos consejos que servirán para que tanto los hijos como sus padres puedan dormir y descansar adecuadamente:
- Procura no alterar las condiciones de la habitación, tales como mantener la oscuridad durante la noche.
- Fomenten horarios para las comidas y las horas de juego, ocio, trabajo y sueño.
- Trabajen como familia en favor de la buena alimentación, la actividad física moderada y el uso limitado de dispositivos móviles para los niños.
- La organización familiar conlleva buenas relaciones entre padres e hijos y eso también forja los hábitos virtuosos y saludables.
- Evita caer en los estragos del estrés, pues también afectará el buen descanso de niños y adultos en el hogar.
- Acude con un especialista en caso de que el insomnio se deba a factores como herencia genética o falta de melatonina.
- Los aparatos electrónicos deben apagarse por lo menos una hora antes de que se vayan a dormir.
Tipos de insomnio
En el caso de los pequeños, se pueden presentar dos tipos de insomnio: el conductual y el que se debe a la falta de sueño. El primero está relacionado con el problema que tienen los pequeños para conciliar el sueño (no puede estar o dormir solo en la habitación), mientras que el segundo es el resultado de malos hábitos como siestas prolongadas, alimentación chatarra u horarios no establecidos en casa.
También está la posibilidad de que el niño no pueda dormir bien por algún problema psicológico o emocional.