Todas las familias pasamos por ‘baches’ y podemos pensar que se acabó el amor o que ya no es como antes. Estamos en constante cambio y las situaciones difíciles se pueden superar en este ciclo vital
Sí, ninguna familia es perfecta y cada una tiene su dinámica e identidad propia, por ello es normal pasar por ciertos “baches”, que de pronto nos pueden hacer sentir que “se acabó el amor” o que “las cosas no son como eran antes”… y aunque es verdad que la dinámica en nuestra familia está en constante cambio, es importante saber reconocer las “señales” que nos avisan que estamos pasando por alguna crisis esperada en todo ciclo vital de una familia y, que por tanto, son crisis que se pueden superar.
Etapas del ciclo vital de la familia
Aquí les explicaremos las primeras dos etapas de tensión que son normales en toda familia… y que tienen solución:
- Formación de pareja
Cuando una pareja comienza a vivir juntos, suele darse una crisis. Al formarse una pareja se forma una nueva familia y una nueva identidad. Cada uno aporta sus propias creencias, hábitos y expectativas (según sus realidades de origen) y entre los dos tendrán que aprender a negociar esas individualidades y adaptarse a una nueva realidad juntos.
Cómo atravesar esta crisis:
a) Negociar lo que cada uno espera y llegar a acuerdos de roles: “¿Quién va a traer dinero a la casa?” “¿Cómo vamos a distribuir las tareas del hogar?” “¿Quién va al supermercado?” “¿Quién saca la basura?”.
b) Reconocer que la pareja es una nueva familia independiente de la familia de origen y que las “tradiciones familiares” a las que cada uno estaba acostumbrado probablemente vayan a cambiar. Será necesario negociar cuestiones como: “¿Qué día vamos a visitar a tus papás y cuando a los míos?” “¿dónde pasaremos las fiestas?” “Mis papás sugieren esto… ¿pero tú qué opinas?”.
- Nacimiento y crianza de los hijos
Criar a un niño requiere amor, atención y tiempo y esto inevitablemente genera mucha tensión en la pareja. Cuando llega un nuevo miembro a la familia pueden llegar a ser frecuentes las discusiones, el cansancio y la dificultad para ponerse de acuerdo en temas que parecieran sencillos como en cómo y cuándo hacer las cosas.
Cómo atravesar esta crisis:
a) Es necesario reconocer que la dinámica en la pareja va a cambiar… quizás va a ver menos tiempo para dedicarse uno al otro o ya no puedan salir tan frecuentemente como antes. Es necesario aceptar y adaptarse a los nuevos roles parentales, procurando claro, buscar un tiempo exclusivo aunque sea a la semana para el uno con el otro.
b) En esta etapa frecuentemente el padre se desliga de la relación por su presencia en el mundo público, en el trabajo, y la madre se sobre-involucra, por el fuerte vínculo madre-hijo que se crea, acaparando todas las responsabilidades y no queriendo en ocasiones que le ayuden. Será necesario llegar a acuerdos, sobre todo al principio, de cómo repartir las nuevas responsabilidades parentales para evitar la sobrecarga.
Además de estas primeras dos etapas llegan luego otros momentos de tensión cuando los hijos se encuentran en edad escolar, cuando se encuentran en edad de adolescencia, cuando los hijos dejan el hogar y cuando la pareja vuelve a estar sola.
En todas ellas se enfrentará una crisis esperada, por lo que si se encuentran en alguna de ellas, estén tranquilos. Se puede encontrar una solución.
Etapas de la familia
Si te gustaría conocer más sobre las diferentes etapas de la familia te recomendamos los siguientes libros: Técnicas de terapia familiar por Salvador Minuchin y Los ciclos vitales de la familia y la pareja por José Antonio Ríos Gonzalez. O si quisieras una asesoría más personalizada en torno a la situación de tu familia puedes escribir al Maestro Domingo Gatica, experto en crianza positiva y fortalecimiento a la parentalidad: domingogatica9@gmail.com
Por Fernanda Guerra