Los abuelos son los mejores amigos de los nietos. Ellos son un elemento imprescindible en la preservación de las generaciones y juega un rol inigualable en la vida de tus hijos.
Un abuelito puede ser clave para que se transmitan los valores familiares a las nuevas generaciones, así como las tradiciones de cada familia. Y ayuda a que se hagan más fuertes los lazos entre padres e hijos.
Ir a casa de los abuelos es sinónimo de disfrutar en grande. No solo son como unos “segundos padres” para los pequeños, los abuelitos consentidores son como verdaderos amigos para los nietos.
Pero más allá de complacerlos con caprichos o una segunda rebanada del pastel de postre, los abuelos son clave para el desarrollo del niño y el bienestar propio.
De hecho, a nivel psicológico, la relación entre abuelos y nietos brinda beneficios mutuamente.
La relación abuelo-nieto también disminuye el riesgo de depresión infantil.
Expertos del Instituto sobre el Envejecimiento de la Universidad de Boston alegan que los abuelos que pasan tiempo con sus nietos de manera frecuente tienen menos propensión a la depresión.
Después de haber estudiado por años a 376 abuelos y a 340 nietos, la investigación demostró que los nietos se beneficiaron a nivel psicológico hasta que entraron a la edad adulta.
En el pasado, cuando las mujeres salían a cazar por comida, las abuelas se encargaban de cuidar a los nietos, lo que ayudaba a las madres a tener más hijos y a recuperar su salud.
Un estudio de la Universidad de Utah reveló que los efectos de la ayuda de las abuelas “han aumentado la esperanza de vida durante generaciones”.
El vínculo que forman los nietos con sus abuelos es como ningún otro. Además, los abuelos también quieren sentirse útiles y activos, de acuerdo a un estudio publicado en The Gerontologist.