¿Cuándo fue la última vez que acudiste al cine en familia? Vas con tu pareja o con las amistades… ¿y con tu familia completa?
Es mucho más completo que una simple “salida”, ir al cine en familia es una actividad en la que se practican distintos valores sin siquiera hablar o convivir directamente, pues la atención está en la película que se tiene enfrente.
La primera parte de este reto y actividad es darse el tiempo de todos coincidir con horarios, a su vez en el diálogo a la hora de elegir la película que se desea, cada integrante puede expresar su opinión o gusto y los padres pueden conocer los distintos perfiles que tiene cada hijo.
Para los padres de niños pequeños es sumamente importante estar al pendiente de ellos durante la proyección de la película, cómo reaccionan, si están aburridos o a disgusto, asustados o entretenidos, ya que eso hará favorecedor el ambiente, la cercanía y el afecto.
El cine también puede ayudar a enseñar la disciplina, pues los niños ponen en práctica su autocontrol y aprenden a quedarse callados, en su asiento, durante el tiempo que dure la cinta.
Asegúrate de que se trate de una película con temática apta para todo público y, al salir, procura que tus hijos estimulen su capacidad de crítica, análisis y diálogo.
Procura también destacar los puntos divertidos de la salida al cine y de la trama de la película, con el fin de que el niño también comparta lo que llamó su atención y vea en sus padres al acompañante perfecto de actividades y convivencias entretenidas.
Aprendizaje divertido
Ir al cine también es una alternativa para enseñarle a los hijos la cultura del ahorro, para que eviten malgastar, aprendan a compartir y a ceder si alguno quiere palomitas con caramelo y el otro enchiladas.
Aprovecha los fines de semana para ir al cine en familia, aprender de cada uno, divertirse sanamente y fomenta la comunicación con los tuyos al analizar la cinta una vez que se haya terminado.