Una madre excepcional sabe que «todos sus hijos son especiales», que cada uno es diferente, ¡único! y eso es precisamente lo que los hace «es-pe-cia-les», sin embargo sabemos que hay mamás de hijos «ESPECIALMENTE ESPECIALES» , de esos peculiares que hubiéramos deseado que llegaran a la maternidad con manual de instrucciones, a esas madres de familia que «NADAN EN CONTRA DE LA CORRIENTE» y por lo tanto buscan soluciones, desarrollan fortalezas como la paciencia y determinación, atraviesan, sobrellevan y avanzan a pesar de las dificultades y además…¡animan a otros con su ejemplo de optimismo! les quiero regalar esto hoy en su día.
UNA MADRE EXCEPCIONAL:
- Pasa de la preocupación a la acción, analiza las situaciones detenidamente, reconoce sus debilidades y aún así está dispuesta a convertir la frustración en desafío para abrir la mente y cambiar su perspectiva frente a las situaciones que se le presentan.
- «Tiene los pies bien puestos sobre la tierra», es decir, abraza su realidad y acepta incondicionalmente lo que no es posible cambiar, por lo que se conecta con el presente y deja de lamentarse por lo que «hubiera sido» y se enfoca en visualizar o proyectar lo que desea lograr en el futuro.
- Desarrolla su capacidad creativa y de flexibilidad para generar recursos, adaptar estrategias con el fin de incrementar el orden y la alegría en el caos y lograr la armonía para ella y los que la rodean.
- Sabe que el dolor disminuye su intensidad y aporta fortalezas cuando se acepta, asume y comparte.
- Confía en que siempre hay alguien a quién acudir para pedir consejo o asesoría ante la incertidumbre o preocupaciones que invaden sus pensamientos.
- Admira y aplaude los esfuerzos que ella misma realiza para mantenerse a flote o nadando contra corriente cuando las cosas se ponen difíciles e intenta percibir estas situaciones como prueba de valentía para hacerles frente.
- Es solidaria, «hace un frente común con otras madres» que reconocen que la segregación se contagia por lo que es necesario ser congruentes y no bajar la guardia en esforzarse por participar activamente en la formación de una cultura de respeto a la diversidad.
- Experimenta «emociones encontradas», puede pasar de la risa al llanto, de la incertidumbre a la tranquilidad, se puede asustar, cansar y divertir al mismo tiempo.
- Valora y atesora el hecho de tener un hijo-a incondicional, que viven en el momento, no juzga, ni tiene dos caras, es sencillo y auténtico. Ese hijo/a que no necesita decir con palabras lo mucho que te admira y ama.
¡Felicidades a todas… madres postizas, de corazón, abuelas, tías, comadres, hermanas, vecinas, maestras, profesionistas y todas aquellas que forman parte de la vida de las madres excepcionales!