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El embarazo es una etapa de vida que implica muchos cambios y a pesar de que existe cierta expectativa sobre el tiempo y forma en el que se irán suscitando, cada gestación es distinta y puede sorprendernos. 

Por ello, es también una etapa de conocimiento, donde la mujer irá descubriendo una nueva faceta de sí misma.

El estado nutricional, salud emocional, red de apoyo, entre otros aspectos, son fundamentales para el buen desarrollo del embarazo. 

Hay diversos factores que pueden afectar el estado nutricional de la mujer y su bebé, por lo que es importante acudir con un experto en nutrición para que pueda asesorarte de la mejor manera en cuanto a tu dieta y brindarte estrategias y soluciones para esto. Tu nutrición e hidratación son muy importantes tanto para ti como para tu futuro hijo, pero también es prioridad el poder ayudarte a que te sientas lo mejor posible y a lidiar con éste tipo de síntomas para poder atenuarlos. ¡No estás sola en esto!

El embarazo puede llegar a ser una etapa maravillosa para la mujer, pero está en todos el poder generar esa cultura de cuidado. Recuerda que cada uno y cada mujer son distintos y no existen reglas fijas o un orden que nos digan cómo vivirlo. Por ello, es importante recibir atención profesional y multidisciplinaria, estar bien informadas en todo momento y tener la confianza de pedir ayuda cuando lo necesitemos. 

Síntomas que afectan el estado nutricional

Te presento algunos puntos importantes a considerar que espero sean de utilidad durante estos meses de dulce espera:

Náusea y Vómito

Es normal, no se te antoja nada, a veces no quieres ni acercarte a la cocina, un movimiento súbito ó brusco y en un segundo ya estás corriendo al baño porque sientes esa necesidad incontrolable de querer vomitar. No se te antojan muchos alimentos y generalmente quieres comer algún pan tostado ó cualquier cosa que no implique olores ni texturas que resultan desagradables.

Tips: 

  • Una noche antes, deja listo en tu buró un vaso/termo con agua y un pequeño recipiente con un poco de cereal de hojuelas de maíz o de arroz simple.
  • Puedes oler cítricos como cáscara de limón o naranja y una gasa con un poco de alcohol.
  • Pídele a tu pareja por la mañana que te traiga un vaso con hielo para estar chupando ó masticando. Un té de jengibre con limón también puede ayudarte, ya sea caliente ó frío. 
  • Mantén tu casa bien ventilada y a buena temperatura. 

 

Fatiga y nivel de energía

Hay días en lo que muy apenas puedes levantarte y sientes como si un tren te pasó encima, sin una gota de energía. Hay otros días donde puedes sentirte con más energía y quieres aprovechar y hacer mil cosas. Tómalo un día a la vez, así es el embarazo, ¡una sorpresa cada día!

Tips: 

  • Si tienes oportunidad de seguir descansando, hazlo. 
  • Pero si tienes que levantarte para irte a trabajar o algún otro pendiente, te sugiero trates de tomarte un poco más de tiempo en la mañana para poder estar bien. Desde un día antes, pon tu alarma media hora antes para que puedas estar tranquila en cama un ratito previo a empezar tu día. Abre ventanas para tener luz natural y aire fresco.

 

Acidez/reflujo y estreñimiento

Conforme progresa el embarazo es común que puedan desarrollarse éste tipo de problemas gastrointestinales. Ésto es por varios factores:

1.- Progesterona, que retrasa el tránsito intestinal para lograr la mayor captación de nutrientes.

2.- Crecimiento del bebé y aumento de la presión intraabdominal.

3.- Hormona relaxina, la cual relaja el tono muscular y por ello puedes tener acidez, ya que se relaja el esfínter esofágico (una especie de anillo que mantiene el contenido gástrico en su lugar). 
Tips: 
  • Desde el inicio de tu embarazo pon especial atención al consumo de fibra y agua en tu dieta. 
  • Trata de cargar con tu termo con agua siempre (aunque claro, al ratito también tendrás que ir al baño con más frecuencia, pero siempre es importante mantenerse hidratada).
  • El ejercicio es fundamental para ayudarle a nuestros intestinos a hacer tu trabajo y favorecer el tránsito intestinal. Trata de garantizar al menos una caminata diaria de 30 minutos. 
  • En caso de acidez, pregunta a tu ginecólogo que antiácidos puedes consumir. Además, evita irritantes como: picantes, canela, pimienta, catsup, salsas de tomate, alimentos grasosos, cítricos, café y ciertos tés. 

 

El impacto del estado emocional en la gestación

En el transcurso del embarazo, pueden irse dando momentos que marcan la vida de una mujer que va a ser mamá por primera vez. 

Un día, te ves al espejo y empiezas a no reconocerte, a ser consciente de todos esos cambios físicos que están pasando. Empiezas a notar no solo tu abdomen crecer, sino también un poco más de grasa corporal, quizá el desarrollo de estrías, cambios en tu piel, etc. 

Otro día vas a tu clóset y quieres ponerte esos jeans y blusa de siempre y te das cuenta que ya no cierran. Puede que no te sientas agusto ni cómoda con tu ropa, no saber bien qué hacer ya que aún no estabas preparada con ropa de maternidad. Te puedes desesperar, poner de mal humor y hasta a veces detener tus planes de salir. 

A pesar de que ésto puede hacerte sentir rara o incómoda, trata de verlo desde una perspectiva de asombro y de gratitud, donde reconozcas tu potencial como ser humano; lo increíble que es poder tener vida dentro de ti.

Mantén la calma y trata de estar lo más cómoda posible.  Preocúpate por tu sentirte bien. No te preocupes por agradar a los demás ó el “¿qué dirán?”, lo importante es que tu y tu bebé estén agusto. 

Aunque a veces es difícil evitar el mal rato, trata de recordar esa dicha que sentiste al saber que estabas embarazada, de acordarte de esa personita que está dentro de ti y que solamente necesita de tu amor y también de un poquito de tu paciencia.

Con el tiempo descubrirás nuevas formas de verte y de sentirte bien, podrás comprar algunas piezas nuevas para tu guardarropa ¡y te irás adaptando a éste nuevo “look” de mamá guapa que eres!

Recuerda que cada mujer vive y experimenta su embarazo de forma distinta. Hay quiénes pueden tener un embarazo muy feliz la mayor parte del tiempo (y tener uno que otro disgusto ó momento triste de repente) y hay quienes verdaderamente la pueden pasar muy mal. 

Tenemos que poner especial atención a nuestra forma de sentir y entender que nuestra salud emocional es igual de importante que la salud física.

Según el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), entre 14-23 por ciento de las mujeres pueden experimentar depresión durante su embarazo y de 5 a 25 por ciento en el postparto. 

Definitivamente el estado emocional impacta en la salud de la mujer y su bebé. Una mujer embarazada que se siente triste y desganada puede no tener interés alguno en alimentarse y comenzar a perder peso, ó bien, puede sentirse abrumada y canalizar su ansiedad a la comida y tener un consumo inapropiado de la misma, ya sea en cantidad y/o en calidad. 

Así mismo, si no se da el tratamiento adecuado, la depresión puede contribuir al uso de sustancias nocivas para la mamá y el bebé, como el alcohol, tabaco y uso de drogas ilícitas. 

Así que si con mucha frecuencia te sientes triste, desganada, tienes dificultad para dormir o duermes demasiado, has notado una pérdida de interés en actividades que normalmente disfrutas, ansiedad, así como sentimientos de culpabilidad ó inutilidad, te recomiendo platicar con tu pareja y tu ginecólogo abiertamente para poder brindarte tratamiento adecuado y oportuno con psicología. 

Respeto a la mujer embarazada

Otro aspecto que irás descubriendo a lo largo de tu embarazo son ciertos comentarios que quizá no te lleguen a agradar mucho o te causen un disgusto. Recuerda no tomarlo personal y más bien aprender de ello para seguir siendo prudentes y no cometer los mismos errores. 

¿Qué comentarios no son apropiados para una mujer embarazada?

“Yo que tu me esperaría más semanas para dar la noticia”. Cada embarazo es distinto y la decisión de dar la noticia de forma temprana o no, es cuestión de la pareja. Hay quienes deciden anunciarlo apenas descubriendo el embarazo y hay aquellos que deciden esperar más tiempo por decisión propia ó por alguna situación pasada que no fructificó. De cualquier manera, hay que saber respetar y no juzgar. Si una amiga llega contigo muy feliz a compartirte la noticia, celébralo y alégrate junto con ella, porque ella decidió ir contigo personalmente a compartirte su alegría y eso es un honor. 

“Ni se te nota”. Para unas mujeres esto podrá ser un cumplido, pero para otras puede representar una mortificación de que quizá algo vaya mal en su embarazo y que por ello no tienen suficiente “pancita”. 

“No parece ‘panza’ de embarazada”. No existe un prototipo ideal para el cuerpo de una mujer embarazada, la anatomía de cada mujer es única y la forma en la que se va ganando y distribuyendo el peso es distinta para cada quién.

“¿Cuánto has subido de peso?”. El peso es una cuestión personal, y a excepción de la asesoría de un profesional, nadie tiene derecho a decirte si la ganancia de peso es adecuada o inadecuada. Si tu lo deseas comentar o discutir con gente cercana a ti está bien, pero si te hacen ésta pregunta y tu no te sientes cómoda para hablar de ello, no tienes porque hacerlo. 

En caso de verte en ésta situación y no querer hablar del tema, puedes responder de forma tranquila y educada “gracias, mi ginecólogo / nutriólogo me comentan que todo va bien”. 

Red de apoyo fundamental

La red de apoyo es muy importante para la mujer tanto en el período de gestación como en el postparto y los primeros meses de vida de su bebé.

Además de tu pareja, rodéate de tu familia y de amigos que más quieres y sobre todo de personas que sumen a tu vida. Involúcrate en actividades y/ó pláticas positivas y amenas y trata de evitar conflictos o situaciones incómodas. 

Puedes unirte a grupos de información prenatal para irte preparando para tu parto, así como clases de ejercicio especiales o yoga para embarazadas. 

A nivel laboral, es responsabilidad de las empresas el ir fomentando una cultura de flexibilidad familiar, para que tanto la mujer como el hombre puedan tener un balance de vida. 

Especialmente para las mujeres embarazadas y mamás, las empresas deben contar con esquemas flexibles, ya sea de horas laborales en casa (home office), banco de horas, ó bien otro tipo de programas que les permitan adaptarse tanto en el embarazo como en la llegada de su bebé.

Estos programas se enfocan en la entrega de resultados y no tanto en las horas que se trabaja dentro de la oficina. Si en tu empresa no cuentan con ellos, puedes proponer tu propio esquema de flexibilidad para que ambas partes puedan llegar a un balance.

Por Luis Martínez Cárdenas

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