fbpx

 

Las diferentes etapas de desarrollo, como lo harían las estaciones del año en la vegetación del planeta, muestran facetas específicas en una persona que valen la pena identificar y celebrar, pues le otorgan un sentido especial a la existencia y ayudan a enfocarse en lo que queremos considerar valioso e importante

Estoy convencida de que el principal objetivo que tenemos como padres es la de formar hijos íntegros, capaces de construirse un buen destino. Para nuestros niños deseamos que lleguen a la edad adulta aceptándose como son, conociéndose lo más posible y siempre intentando mejorar como personas, cada día un poco más. Desde luego que esto no es fácil; es un proceso que toma tiempo y requiere de utilizar de todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarles a lograrlo.

Unas de las herramientas que se pueden utilizar con este fin, desde la más tierna edad hasta la llegada de la edad adulta, son los que se conocen como “ritos de pasaje”.

Los ritos de pasaje se refieren a hacer una acción o ceremonia que marque un cambio de etapa en la vida de tu hijo. Es una pequeña celebración por un “cambio de estación”; por haber logrado una transición que marca, dependiendo del caso, algunos desarrollos físicos, pero sobre todo – y aquí viene lo importante – algunas responsabilidades que distinguen joven que vive este rito.

Por ejemplo, los papás de un joven de 12 años pueden aprovechar que su hijo inicia la adolescencia para que empiece a sentarse al frente del automóvil (de acuerdo a lo establecido por los fabricantes de automóviles), darle su primer celular inteligente (o mayores privilegios de uso) y una hora distinta para dormirse a la de sus hermanos menores. Todo esto puede instituirse en una “ceremonia” alrededor de la mesa, rodeado de todos los miembros de la familia, con una comida especial (¿Pizza? ¡Recuerden que tiene 12!), en el que de manera amena pero sin perder seriedad, se le habla a tu hijo de la importancia de esta nueva etapa, de la alegría de los privilegios que se reciben y de las responsabilidades que llevan aunados.

Puede aprovecharse la circunstancia para establecer las reglas de, por ejemplo, la utilización de uso del celular o de la hora de dormir… o de lo que sucedería en caso de su infracción, siempre con cariñosa firmeza. La ocasión es de celebración y alegría, pero al mismo tiempo, una que marca el avance hacia una etapa que acerca a tu hijo un poco más a ser adulto; a “la vida real”, para la que lo tienes que dejar absolutamente preparado.

Este festejo tiene la ventaja adicional de que para los pequeños se convierte en una fecha a anhelar. Quieren ser grandes para vivir la experiencia del hermano mayor y van internalizando desde más pequeños los lineamientos y cultura de la casa, facilitando la formación de las generaciones siguientes.

La caída de un diente, su primer viaje sin sus papás, el primer trabajo, la primera vez manejando solo… Así como en la formación de los hijos cada vez que se equivocan hay una oportunidad de aprendizaje (lo mismo ocurre cuando nosotros somos los que fallamos), aprovecha los eventos de la vida de tus niños que marcan un cambio de etapa para que le des el significado valórico que les ayudará a mantener la dirección hacia una vida íntegra.

De esta manera, este tipo de celebraciones por las diferentes etapas vividas, no solo le dará sentido a los cambios experimentados por tu hijo. También le ayudará a desarrollar un sentido de pertenencia en su familia, ya que estos ritos suelen formar parte de tradiciones que se traspasan de generación en generación. Por ejemplo, conozco a una familia que lleva varias generaciones regalando una navaja suiza al hijo o hija que cumple los 18 años como símbolo de que un adulto es capaz de usar ese tipo de herramientas con habilidad y responsabilidad. 

Como puedes ver, no solo se trata de pasar al niño de 12 al asiento del frente o de darle la navaja al de 18. Se trata de darle un significado que le ayude al joven a hacer de ese momento, no solo algo inolvidable, sino un momento de celebración que marque un antes y un después hacia una existencia valiosa que le permita construirse ese destino feliz que tanto deseamos para él.

 


Por Mónica Bulnes

Abrir chat
1
Hola,
¿en qué podemos ayudarte?