Hay necesidades, hay obsequios y hay caprichos. Durante la época de Navidad es muy común que los niños tengan el deseo de tener todos los juguetes y gadgets que ven en los comerciales publicitarios de la televisión.
¿Cómo saber qué tanto obsequiarle a los pequeños? Lo primordial es que los padres les enseñen a distinguir la diferencia entre una necesidad, un obsequio y un capricho.
El hecho de que el niño sea caprichoso no necesariamente se debe a que tiene una cantidad excesiva de juguetes o a que es premiado por cualquier cosa, también tiene que ver su conducta.
Además no se les debe “catalogar” como caprichosos, ya que son sus conductas las que cambian, no la esencia del niño. Como dice el psicólogo de la Fundación Universitaria Monserrate, “se debe hablar de conducta o conductas caprichosas en el niño y no de niños caprichosos, ya que estos comportamientos tienen origen en las experiencias de interacción social de los niños”.
Los niños deben aprender la diferencia entre querer y necesitar, para que puedan valorar y compartir lo que tienen
La clave para poder tratar con un hijo caprichoso, sobre todo en una época como Navidad es no dejarse vencer por la rabieta y berrinches, establecer límites
Lo más importante es que los padres aprendan a decir que “no” a lo que el pequeño desee en medio de un berrinche. Y, sobre todo, que aprendan la diferencia entre necesitar y querer.
Como familia es imprescindible que los pequeños valoren lo que tienen y se enseñen en el compartir y en apreciar la satisfacción de ceder y donar a quien más lo necesita.
Cuando se presenta un capricho, expertos en psicología infantil de la Fundación Universitaria Monserrate recomiendan que los padres sean firmes y que muestren seguridad cuando nieguen el capricho, el matrimonio debe estar de acuerdo entre sí, para no contradecirse frente al niño y se le debe tener paciencia al niño para que pase el berrinche.
Y hacen especial énfasis en que los padres no deben “sobornar” o chiflar al niño con tal de que se comporte o tenga buena conducta.
Los pequeños podrán aprender a compartir, a valorar y a cuidar lo que poseen.