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Además de uniformes y útiles escolares, una buena nutrición será fundamental para un buen desempeño escolar. Es muy importante que revisemos varios aspectos para garantizar no sólo una alimentación adecuada, sino un buen estado nutricional de nuestros hijos; es decir, el estado en el que se encuentra tu hijo en relación a su ingesta nutrimental, su crecimiento y otras adaptaciones fisiológicas. 

Lo primero que se debe hacer es consultar sobre su estado nutricional.

¿Conoces los estándares de crecimiento, así como de bajo peso y sobrepeso infantil? ¿Tus hijos tienen una alimentación adecuada en cantidad, calidad, grupos de alimentos y nutrientes en específico? Es importante discutir estos puntos con tu pediatra y/o nutriologa para asegurarte de que tus hijos tengan un buen estado nutricional. 

Existen herramientas y criterios que pueden ayudarnos a diagnosticar el estado nutricional de los niños, tales como circunferencia abdominal, tablas de crecimiento y percentiles (específicamente de peso, talla e índice de masa corporal), aunado a una historia clínica-nutricional detallada donde podamos revisar la ingesta promedio del niño así como el cumplimiento de una dieta que sea suficiente, equilibrada, adecuada, variada e inocua (higiénica, que no cause ningún daño). 

Planifica tus menús familiares

La organización es clave cuando se busca una mejor nutrición. Todo empieza desde que planeamos un menú y posteriormente hacemos las compras. Claro, habrá días que tengamos que improvisar con lo que se tenga, pero siempre será mucho más fácil cuando se planifica con tiempo. Es más probable que hagas una comida completa en todos los grupos de alimentos cuando te guías sobre tu menú preestablecido. No tiene que ser muy complicado ó elaborado, tu nutrióloga puede ayudarte a planificar una estrategia familiar para así evitar complicaciones y tener que preparar distintos platillos. 

Alternativas saludables para el lunch 

Es normal que se nos puedan acabar las ideas o que debido a nuestras múltiples ocupaciones estemos limitadas de tiempo para preparar un buen lunch. La buena noticia es que ya existen compañías que se dedican a llevar el lunch de tus hijos hasta tu casa, con opciones saludables, frescas y balanceadas en los diferentes grupos de alimentos. También existen muchísimos sitios en Internet, redes sociales y videos con ideas sanas, ricas y llamativas para la hora del recreo. Platica con tu nutrióloga sobre éstas alternativas para que te oriente mejor. 

Disponibilidad de snacks nutritivos

Después de la escuela, los niños pasan buen tiempo ya sea en casa o en actividades extracurriculares y deportivas. Esto puede aumentar la sed y el apetito, lo cual muchas veces termina en compras desesperadas y no necesariamente saludables.

En la actualidad y gracias a una mayor conciencia alimentaria, hay muchas opciones de snacks saludables que procuran no añadir azúcares refinados, grasa saturada, conservadores ni colorantes. Procura tener snacks en casa y opciones “to go” para traer en el carro ó para cuando tus hijos salgan de sus actividades.

Coman en familia

Hagan de la hora de la comida, una prioridad. Esto ayudará a darle un sentido mucho más trascendental a los alimentos. Las comidas familiares son un espacio de convivencia que debe ser relajado y sin distractores, tales como celulares, tablets y televisión. Traten al menos de tener una comida juntos y si es posible designar el tiempo para ella, ya sea comiendo o en la sobremesa, esto evitará que tus hijos quieran comer rápido y correr a jugar o ver nuevamente la televisión/tablet. 

No premiar con alimentos

Es normal querer recompensar a nuestros hijos con su comida, dulce o postre favorito, sin embargo, relacionar la comida con su comportamiento no es lo más recomendable.

Para premiar un buen comportamiento o logro académico, deportivo o cultural, puedes optar por otras actividades como: jugar con ellos, ir al cine, al parque, a un museo, dejar que el niño elija un juego para jugar en familia, que elija la ropa con la que quiere vestir el fin de semana, entre otros refuerzos positivos.

No prohibas alimentos

Los niños son niños, no pequeños adultos, por ello es normal que quieran ciertos alimentos que les llaman más la atención. Prohibir un alimento les puede generar mayor ansiedad y deseo por el mismo. 

Educar con paciencia sobre los alimentos más saludables y los que son menos saludables y/ó deben consumirse con menor frecuencia es una mejor estrategia. Puedes utilizar una herramienta tipo “semáforo” para enseñarles a tus hijos lo que se debe consumir con mayor frecuencia (color verde) y lo que debe consumirse en menor frecuencia (color rojo).

De cualquier forma, trata de llenar tu alacena y refrigerador con más opciones saludables para que así siempre haya mayor disponibilidad de lo bueno y menos de lo “malo”. 

Involucra a tus niños en su alimentación 

Pídeles que te ayuden en el súper, acomodando todo en la alacena, poniendo la mesa, preparando un snack, una ensalada o parte de la comida (claro, siempre con tu supervisión y evitando cualquier accidente). Algunos ejemplos seguros pueden ser: preparar una limonada, algún aderezo, batir o mezclar ingredientes, etc.

De ésta manera, los niños podrán encontrar un mayor sentido a su alimentación y darle más importancia, a diferencia de cuando siempre se les sirve su plato y no se dan cuenta del esfuerzo y/o todo lo que involucra preparar los alimentos. 

En la cocina, tus hijos podrán interactuar en familia y conocer nuevos ingredientes y alimentos, que muchas veces incluso no se han atrevido a probar. 

Educar con el ejemplo

Un estilo de vida saludable en los niños comienza con el ejemplo de sus padres. Procuren llevar una alimentación saludable y comer suficientes frutas y verduras, hacer ejercicio, mantener un peso adecuado, no fumar, no tomar alcohol en exceso, dormir y descansar bien. Esto también implica ser prudente con el uso de aparatos electrónicos, sobre todo cuando se está en la mesa durante las comidas. 

Traten periódicamente de tener una actividad recreativa que fomente la interacción padres e hijos, como un paseo en el parque, andar en bicicleta, irse de excursión ó de pesca, entre otras actividades. Recuerda también que el contacto con la naturaleza puede brindar una sensación de bienestar y nos permite desconectarnos de la ciudad y la tecnología. 

Unir esfuerzos con otros padres de familia

Nuestra red social es también nuestra red de apoyo. Es por esto que debemos sumar esfuerzos con otros padres de familia para poder generar un ambiente saludable, tanto en alimentación como en actividades recreativas que promuevan el ejercicio físico. Podemos contribuir mediante refrigerios saludables tanto en la escuela como en reuniones en casa y fiestas infantiles.

Recordemos que “se necesita todo un pueblo para criar a un niño” y en el aspecto nutricional ésto no es la excepción. La Academia de Nutrición y Dietética, por ejemplo, ha reportado mayor éxito cuando se involucran los padres de familia en los programas nutricionales que se implementan en escuelas para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil. 

Espero te sean de utilidad estos tips. No se tienen que hacer todos a la perfección, sino poco a poco tratar de sumar buenas prácticas en familia que coadyuven al buen estado nutricional de tus hijos. 

Si tienes algún otro problema con la alimentación de tu hijo, acude con tu especialista para revisar a detalle su caso e implementar otras estrategias efectivas.

Por Luisa Martínez Cárdenas

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