Suena un tanto simple, pero como decía el escritor Ernest Hemingway, “la mejor manera de saber si puedes confiar en alguien es confiando”. Y así es con los hijos, cuando crecen y comienzan a hacer sus vidas, a ser más independientes y autónomos, los padres deben confiar en ellos y en el esfuerzo que hicieron por educarlos junto a la pareja.
Los pilares de una relación interpersonal son el respeto, la confianza, el amor y la comunicación, por ende, en la de relación padres e hijos es fundamental que la confianza nunca se traicione y se trabaje porque perdure y fortalezca el vínculo que los une, sin importar la edad o los roces normales que se pueden presentar dentro de una familia y por situaciones variadas.
Parte de la crianza es impulsar el desarrollo de la identidad de los hijos y de su personalidad. Y ahí también está presente la confianza que se les tiene y que se les debe inspirar como papás.
A su vez, es importante enseñarles a los hijos que habrá ocasiones en las que otras personas nos decepcionen, nos hieran y hasta nos traicionen, pero para sobrellevarlo se debe de aprender a perdonar, a valorar lo que nos hace buenos seres humanos y lo que nos distingue en virtudes y experiencias positivas.
La investigadora de la Universidad de Houston, Brené Brown, dice que la confianza se va forjando y se trabaja cada día, de hecho, considera que es el resultado de las pequeñas acciones y gestos entre papás e hijos, tal como lo es en cualquier relación humana.
Brown señala que no juzgar es básico para la confianza, pues eso evita que los niños y adolescentes tengan miedo de hablar libremente con sus padres, que puedan expresar sus dudas y frustraciones sin tapujos y que tengan su opinión y comportamiento libres.
A la hora de ganarse la confianza de los hijos, habrá momentos que serán un reto para los papás, pero todo se puede afrontar siendo comprensivo y paciente.
Y es que la confianza debe ser recíproca en las relaciones de pareja, pero también en las filiales. Se necesita de toda la voluntad, disposición y el amor posible, se va generando y fortaleciendo a lo largo de la vida y se vuelve en uno de los cimientos de los vínculos entre los humanos, con mayor razón si se toma en cuenta que entre más confianza haya, más sanos y duraderos serán.
Para confiar es necesario tener buena autoestima y mejorar la situación cuando cometamos errores.
Conforme crecen los hijos, papá y mamá tienen la tarea de ser claros y emitir mensajes de afecto y respeto constantemente. De hecho, papá y mamá procuren tener en el hogar un ambiente en el que se respire seguridad y confianza.
Cuando un pequeño se cría y desarrolla en una familia sin la confianza de sus padres, difícilmente tendrá confianza –y autoestima– en sí mismo y tampoco podrá tenerla con las personas que lo rodean.
Claves para confiar
Te presentamos consejos que te serán de gran ayuda para establecer mayor confianza en el lazo que te une a tus hijos:
- Respétalos siempre, ellos tienen su espacio, su intimidad y su independencia.
- Procura un día a la semana para hablar con tus hijos a profundidad, conoce sus gustos, preocupaciones, metas y anhelos.
- Por mucho que las emociones se interpongan, cuando se presente una situación difícil, demuéstrales que cuenta contigo como amigo, no solamente como padre.
- Tómalos en cuenta siempre y cuando la familia atraviese algún obstáculo, inclúyelos junto con su opinión.
- Para demostrarles lo mucho que vale su opinión y su forma de ver la vida, delega una responsabilidad y déjalos que vean la mejor manera de llevarla a cabo.
“La mejor manera de saber si puedes confiar en alguien es confiando”. – Ernest Hemingway, Escritor.