Ni malo, ni bueno, cada niño es distinto y único. Los hijos pueden tener personalidades y formas de ser diametralmente opuestas entre sí y eso solo enriquece a los miembros de la familia.
Susan Cain, autora del libro “Quiet Power: The Secret Strengths of Introverts” menciona que un tercio de las personas son introvertidas y para algunos padres resulta complicado identificarlo, sobre todo cuando llegan a la adolescencia.
“Hay muchas expectativas de que los adolescentes abracen el ritmo natural de pasar de una cosa a la otra”, dice Cain, “se espera que se sientan felices si están rodeados de otros adolescentes”, conviviendo y demostrando la energía típica de la edad.
Pero hay otros niños y jóvenes que prefieren observar, analizar, reflexionar… los introvertidos. “Los padres extrovertidos me buscan todo el tiempo”, señala la fundadora de la asociación Quiet Revolution, que se especializa en aconsejar e informar sobre la personalidad introvertida y extrovertida, “a estos padres les resulta tan placentero ser parte de la sociedad que es muy difícil para ellos entender realmente a un hijo (introvertido) que prefiera quedarse en casa”.
Por otro lado, “para los padres introvertidos es fácil entender y sentir afinidad por las necesidades y preferencias de sus hijos introvertidos, pero si sentimos una ligera incomodidad o sensación de vergüenza por nuestra propia introversión, tendemos a asumir que será igual con nuestro adolescente”.
Como decía el famoso psicólogo Carl Jung, quien clasificó estos dos tipos de personalidad, no hay personalidad 100 por ciento puras, todos tienen algo de introversión y extroversión aunque siempre predomina uno sobre el otro.
¿Cómo saber? Muy sencillo, un niño introvertido es el que tiende a interesarse por procesos internos, por su mundo particular y lo que ocurre en su mente. Es sumamente observador y contemplativo.
En cambio el extrovertido siempre tendrá principal interés en los estimulantes que tiene a su alrededor, en el exterior.
La personalidad de cada hijo es diferente y el papel de los padres es fundamental para alinear, balancear y unificar los temperamentos en el hogar.
Hijos introvertidos
Son muy buenos escuchando y suelen ser callados (inclusive pueden ser eficientes en comunicación escrita):
-Reflexionan antes de emitir palabra
-Prefiere pocas amistades
-Optan por quedarse a leer que hacer actividades con otras personas, en lugares públicos
-Tiene una personalidad fuerte y definida
-Su energía la obtienen de casa, no de su desenvolvimiento en el exterior
Los extrovertidos
Mientras que los extrovertidos se distinguen por las siguientes características:
-Son sociales y enérgicos en eventos sociales
-Son impulsivos y participativos en actividades grupales
-Obtienen su energía del exterior y la convivencia
-No son tan buenos escuchando, pero sí conversando
-Se distraen con frecuencia ante estímulos a su alrededor
-Entablan conversaciones con extraños con facilidad