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Sin duda, la dinámica de la pareja es de lo que más se vio afectado por la crisis sanitaria en términos de relaciones personales. Te invitamos a seguir estos tips para recordar lo que los une y reforzar su lazo en tiempos difíciles

En lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, lo vemos en películas, cuentos, telenovelas, series y hasta algunos lo han expresado cuando optaron por unirse en matrimonio… pero una cosa es visualizarlo y otra muy distinta vivirlo y hacerlo atravesando una crisis sanitaria mundial que cambió completamente a la humanidad.

La pérdida de seres queridos, estar confinados, la salud mental, los contagios, la convivencia alterada en casa, homeschooling, teletrabajo y hasta la pérdida de empleo son muchos factores que afectan directamente a las parejas (y familias). Inclusive, dos años después, los estragos continúan y los cambios, también.

También influye si el matrimonio-pareja tiene bien cimentada su relación, pues si existen factores como los siguientes, el panorama es muy complicado: falta de respeto y de confianza, impaciencia con el otro, al igual que desconexión e incomprensión emocional.

Y es que la crisis sanitaria –y sus consecuencias– son como cualquier crisis de esposos –aunque considerablemente graves y con repercusión magnánima–, por lo que ambos deben enfrentar la situación y trabajar para remediar los daños y futuros conflictos.

De regreso a 2019

Una ventaja sí podemos obtener de toda esta revolución: que los problemas de ahora en adelante se podrán abordar con un GRAN aprendizaje y eso es un paso agigantado para poder evitar y solucionar diferencias matrimoniales.

Aquí una serie de consejos para poder lidiar con este torbellino de casados, recordando lo que los une y lo que los hizo querer estar juntos, corroborando esa decisión todos los días:

  1. Toma un momento a solas y enlista las cosas que te gustan, admiras y hasta deseas de tu pareja. A la vez, haz una lista de las que no.
  2. Ahora, toma nota de todo lo que agradeces que eres y tienes a raíz de estar con esa persona. Saca lo mejor de ti (o lo peor).
  3. De lo que te gusta, agrega actividades que destaquen eso y cómo y cuándo es que lo disfrutas más. Lo mismo, pero con el efecto contrario, de lo que no.
  4. Reflexiona sobre qué ha cambiado, qué ha hecho que sean más –o menos– las cosas positivas, que comparten y que te gustan de el/ella y de ti con el/ella.
  5. De la forma más respetuosa, háblalo y expongan sus sentimientos, es muy importante darlos a conocer.
  6. Elaboren planes e ideas para que siga lo que les gusta o que se modifique, según tengan su estilo y dinámica de vida ahora.
  7. En esta “reconquista” por ser quien eras cuando se conocieron y quien era la otra persona, pon tu mayor esfuerzo y no dejes “el todo por el nada”.
  8. Procuren hacer esto cada cierto tiempo, será como una “limpieza de Primavera” de la pareja, tal como lo hacemos con los bienes materiales, para así dejar que lleguen cosas nuevas.
  9. Si no pueden llegar a un acuerdo o bien, ni siquiera pueden tener un ejercicio de comunicación y transparencia óptimo, acudan con un profesional. La terapia puede ser la alternativa, como lo es cualquier tratamiento de salud física y mental.
  10. Mientras sea prudente y no contamine la confianza que hay entre los miembros de la pareja, háblalo con personas cercanas, tal vez escuchando a los demás y siendo escuchados se aclare la mente, disminuya la dimensión del conflicto y se adquieran recomendaciones para poner en práctica.

 

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