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Es muy común que cuando un niño comienza a desesperarse (sobre todo en lugares públicos), su madre tienda a prestarle su celular para que se entretenga.

Pero proporcionarle un smartphone a un niño es un arma de doble filo. Por un lado, se puede estimular su cerebro con apps didácticas y divertidas (siempre y cuando sean aptas para su edad) y por otro, el pequeño se expone a problemas en el desarrollo, alteración del sueño y déficit de atención.

Pasa en todo el mundo, mientras los adultos están ocupados o en una reunión, es muy sencillo entretener a los pequeños con un iPhone “niñera”. Pero esta nueva cuidadora también puede llegar a encargarse de los niños en casa, no solo en lugares públicos, de manera que hasta en fines de semana se vuelve el acompañante de los hijos en todo momento.

Las apps adecuadas para niños son las que contienen material didáctico y educativo. Que fomenten el trabajo en equipo y la sana convivencia

 

La situación puede parecer insignificante, pues el niño se divierte unos instantes con el dispositivo móvil, pero las consecuencias de usarlo con tanta frecuencia ya preocupa a diversas instituciones y asociaciones internacionales.

Una de ellas es la Asociación Japonesa de Pediatría, que lanzó una campaña para que los padres estén alerta del daño que puede causarles a los hijos el uso prolongado de celulares y tablets.

Tampoco se trata de vivir “en el pasado” y la tecnología también puede estar presente en el desarrollo integral infantil, pero no se debe convertir en un “integrante” más de la familia.

Simplemente es cuestión de tener moderación y de que mamá y papá se informen sobre las medidas y restricciones necesarias a la hora de utilizar dispositivos electrónicos.

Por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría recomiendan que los niños que son menores a 12 años no utilicen gadgets sin la supervisión de sus mayores. 

Y consideran que los bebés de 0 a 2 años ni siquiera deberían de estar cerca de la pantalla de un dispositivo de este tipo, pues se puede afectar su desarrollo cerebral (cuando el uso se vuelve desmesurado).

Los que tienen de 3 a 5 años deberían utilizar un aparato durante no más de una hora diaria y los niños de 6 a 18 años tendrán que restringir su uso a dos horas al día.

 

¿Qué tan malo es un iPhone?

 

Cuando el uso de celulares y tablets se vuelve excesivo, éste sí puede perjudicar la salud de los niños. 

Para todo niño es un problema, ya que fomenta que tenga tiempos sedentarios diarios, aumentando el riesgo de que desarrolle enfermedades como diabetes, obesidad y hasta males cardiacos y vasculares.

También le puede provocar retraso cognitivo y problemas de aprendizaje.

Y debido a que la exposición a la luz de las pantallas altera los patrones de sueño, se pueden presentar problemas de comportamiento y dificultad en el rendimiento escolar.

Para instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los teléfonos celulares están clasificados como un riesgo debido a la emisión de radiación, algo para lo que los niños son más sensibles, razón por la que podrían aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer.

Para contrarrestar el uso de gadgets –además de evitar que sea muy frecuente– papás y mamás podrían enseñarle a los pequeños los juegos de la infancia de generaciones pasadas, para así fortalecer los lazos y transmitir tradiciones que han quedado en el olvido a causa de la era digital.

 

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