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La cultura y el cuidado del planeta se enseñan desde la infancia. Padres de familia, maestros e instituciones tienen la obligación de cuidar –primero– su hogar, su ciudad y todo su entorno.

La educación y la cultura de respeto hacia lo que nos rodea se implementa en casa y se refuerza en la escuela y a nivel social. Pero el segmento de la población y de la sociedad que tiene más probabilidades de lograr un cambio a corto plazo es el de los jóvenes, pues son los futuros padres de familia que inculcarán valores y ya se valen por sí mismos, a diferencia de un niño que depende en gran parte de sus papás.

Y las ONG lo saben, pues la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado convocatorias como el concurso Jóvenes Campeones de la Tierra, en el que pueden participar jóvenes de entre 18 y 30 años, con iniciativas para la protección y/o restauración del medio ambiente.

El futuro del planeta está en los jóvenes y en los niños, la restauración del mismo cae en los adultos. De hecho, la juventud –mujeres y hombres de entre 18 y 35 años– gozan de gran conciencia ambiental porque son consumidores responsables y porque en ellos está la clave para cambiar los hábitos para el protección del planeta.

De hecho, de acuerdo al Foro Económico Mundial, dicho sector de la población –comprendido por la Generación Millennial– declaró que es el más preocupado por los estragos del cambio climático.

De los 31 mil jóvenes encuestados y provenientes de 180 países, el 48.8 por ciento respondió que los problemas causados por el cambio climático y la destrucción de las áreas naturales resultan temas sumamente alarmantes. 

Así que en sus manos está el cambio. Ellos pueden mostrarle a sus padres nuevas maneras de cuidar al planeta, con ideología progresista y programas recién implementados, ya que las consecuencias no son las mismas que generaciones anteriores.

Además, ellos formarán familias y van a criar a las futuras mentes y la conciencia medioambiental del mañana, por lo que llevan la batuta de una responsabilidad de todos.

El planeta es nuestro hogar, es ese lugar en el que las sociedades habitan y en el que se unen las familias. Respetarlo, cuidarlo y ver por su futuro es tarea de todas las generaciones, pero quien lleva el estandarte son los jóvenes.

 

Pequeñas acciones

 

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señala que “cuidar el medio ambiente no requiere grandes acciones, sino que desde tu propia casa puedes hacer muchos pequeños gestos para contribuir a su protección. Además, si tienes hijos, serás su referente, por lo que aprenderán viendo lo que haces e imitándolo”.

Y comparte algunos consejos para lograrlo, dando el primer paso desde que se inicia el día en cada hogar:

  • Separa la basura
  • Usa productos que puedan reutilizarse
  • Apaga las luces
  • Consume frutas y verduras ecológicas
  • Evita dejar los aparatos enchufados
  • Cierra los grifos correctamente
  • Utiliza el termostato (tanto para la calefacción como para el aire acondicionado)
  • Muévete en transporte público
  • Lleva tus propias bolsas al supermercado
  • Aprovecha la luz natural, para reducir el consumo de luz eléctrica
  • Cambia las bombillas de tu casa
  • Recicla todo lo que puedas
  • Planta árboles (los árboles producen oxígeno y son esenciales para la naturaleza 

 

Los jóvenes formarán familias y van a criar a las futuras mentes y la conciencia medioambiental del mañana

 

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