fbpx

Comunicarse es de lo más humano que hay, somos seres sociales por naturaleza y la emisión y transmisión de mensajes es la base de nuestra interacción. Aquí un recorrido por este proceso clave en nuestras relaciones

La comunicación entre las personas es uno de los instrumentos más importantes que tenemos para manifestar nuestros pensamientos, deseos, sentimientos y emociones. A la vez, tenemos variados modos de expresarnos: con palabras, gestos, movimientos, etc. 

Es por eso que todos hemos de crecer en habilidades de comunicación, ya que de ello dependen en buena parte nuestras relaciones familiares y profesionales.

Los seres humanos somos sociables por naturaleza, por lo que la mayor parte de nuestra vida la pasamos en continua relación con otros individuos. Desde la infancia vamos observando movimientos, gestos, señales, y oyendo palabras y sonidos que se relacionan con aquello que vemos. Al mismo tiempo, aunque no seamos conscientes de ello, vamos percibiendo actitudes y emociones, las cuales pueden ser placenteras o desagradables. 

Por otro lado, es la comunicación la que nos permite expresar nuestros deseos y nuestras necesidades; desde las más básicas en nuestra infancia hasta las que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida. Esto significa que, desde la infancia, comenzamos un largo recorrido de aprendizajes de comunicación que no termina nunca.

Si el proceso comunicativo es el acto por el cual las personas establecemos un contacto verbal o no verbal, esto nos permite, por un lado, expresarnos a nosotros mismos y por otro, transmitir cierta información en un contexto específico. Esto requiere a su vez, que la otra parte, tenga una escucha activa, para una buena interpretación de lo que oye o capta, y viceversa. Por eso la comunicación es recíproca y más allá de una simple información, se convierte en una “co-relación”, es decir, una relación bilateral que requiere atención, diálogo y una buena interpretación, de ambas partes. 

El proceso de comunicar

Aunque podríamos decir que, en el ser humano, todo es comunicación, es importante recordar que el proceso comunicativo está integrado por algunos elementos que facilitan (debieran facilitar) la comunicación. Estos elementos, según el modelo de Roman Jakobson, lingüista y fonólogo ruso, en su teoría de la información, son:

Emisor: la persona (o personas) que envía o emite un mensaje.

Receptor: la persona (o audiencia) que recibe el mensaje. 

Mensaje: contenido de la información que se participa.

Canal: medio de transmisión del objeto de la comunicación (el mensaje).

Código: signos y reglas usadas para enviar el mensaje, semánticamente interpretables. 

Contexto: situación en la que se produce la comunicación. (Roman Jakobson. Echoes of His Scholarship. Eds. Daniel Armstrong, Cornelis H. van Schooneveld, 1977).

La comunicación ideal

Es aquella que se da con eficacia entre el receptor y el emisor; es decir, cuando tu receptor interpreta tu mensaje en el sentido correcto que acometes como emisor. 

Para lograr este objetivo, también es importante recordar que la comunicación humana se puede agrupar en tres grandes categorías: la comunicación verbal, la imagen visual y la comunicación no verbal o lenguaje corporal. 

La comunicación verbal: se refiere a las palabras que decimos y a los elementos de la voz como tono, resonancia, inflexiones, proyección, etc. Estas palabras también pueden ser escritas. En una ocasión, una persona que buscó mis servicios de Asesoría de Imagen y Comunicación, me contó que trabajaba en una empresa sueca. En el idioma sueco, la palabra afirmativa “SI”, se dice “JA”. En un mensaje, a uno de los directores le hizo una propuesta muy valiosa y al director le entusiasmó tanto que le respondió 3 veces Si, es decir, JA, JA, JA y ella pensó un poco incómoda: ¿de qué se ríe? Hasta que comprendió el contexto del mensaje. 

La imagen visual: aquí nos referimos al aspecto externo de una persona, que es todo un medio de comunicación. Incluye, por ejemplo, la forma de vestir, el arreglo personal, el peinado, su caminar, el maquillaje para el caso de las mujeres, los accesorios o complementos masculinos, etc., que, en su conjunto, conforman una pieza clave en la comunicación efectiva. Impartiendo un curso de comunicación y protocolo profesional en una empresa familiar, unos participantes decían que era suficiente con ejercer su trabajo de modo profesional, con independencia de cómo se vieran físicamente; mientras otros decían contrariamente que lo importante es cómo te ves para conectar con los clientes. No podemos polarizarnos por una u otra: lo importante es el equilibrio y la coherencia entre lo que eres, sabes y representas. 

La comunicación no verbal o lenguaje corporal: abarca un gran número de canales de comunicación como expresiones faciales, movimientos o posturas, contacto visual, distancia corporal, ademanes y otros más. Esto cobra más fuerza en un mundo como en el que vivimos actualmente, donde la conexión virtual es ya un medio recurrente para mantenernos relacionados. ¿Qué pensarías de una persona con el rostro volteado a otro lado, la mirada hacia abajo o la cámara apagada? Podría transmitir una actitud de desinterés, aburrimiento, frustración, inconformidad. Sin embargo, una persona con el cuerpo erguido y los ojos haciendo contacto visual, es más probable que transmita una actitud segura, de interés y respeto hacia el interlocutor e incluso optimista ante la vida. Muchísimos estudios de sociólogos, comunicadores, asesores de imagen, psicólogos o estrategas de la información, han demostrado que más del 80 por ciento de nuestra comunicación con los demás la alcanzamos mediante canales no verbales. Esto no excluye la importancia de las palabras ya que son el contenido principal. 

Mensajes coherentes

¿Cómo comunicarse entonces eficazmente? Con coherencia entre los mensajes verbales y no verbales. Te aseguro que son muchas las dificultades en la comunicación que se pueden evitar en la familia o en el trabajo, cuando nuestras palabras concuerdan con nuestra conducta ¿Un consejo? Procura desarrollar tu capacidad de escucha; que la tuya sea una escucha activa, mediante la cual puedes llegar a comprender con profundidad lo que tu emisor te quiere realmente decir. Más allá de captar sus palabras, aprenderás a percibir sus emociones, sus sentimientos y sus pensamientos. 


Por Rosa Eugenia Cárdenas

Abrir chat
1
Hola,
¿en qué podemos ayudarte?