Los bebés prematuros llegan antes de tiempo y por ello sus padres y doctores procuran imitar las condiciones del útero para que éste se estimule y progrese hasta dejar la incubadora o el departamento de neonatología del hospital.
Para evitar una hiperestimulación que provoque el estrés del bebé, los hospitales en Dinamarca comenzaron a adoptar una tierna tendencia: tejer pequeños pulpos para que los sujeten los recién nacidos, a los que se les conoce como “pulpos solidarios”.
Esto es parecido al conocido Método de Madre Canguro, con el que se le brinda atención a niños prematuros (o aquellos que se encuentran de bajo peso) al mantenerlos en contacto con la piel de su madre (skin to skin, en inglés).
Siguiendo este método, los pulpos tejidos con gancho se colocan en la incubadora o cuna para que el bebé lo sujete tal como lo hacía con el cordón umbilical dentro del útero materno, del cual se despidió antes de tiempo. Claro, este muñeco está completamente esterilizado antes de entrar en contacto con la incubadora o cuna, según sea el caso.
Entre sus múltiples beneficios para los bebés están que les ayuda a mejorar la respiración y a regular su ritmo cardíaco. También aumentan sus niveles de oxígeno en la sangre.
El proyecto “The Danish Octo Proyect” inició en Dinamarca y ya está presente en España, Francia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y México.
“Cuando nos enteramos de los beneficios que que un tierno pulpo puede provocar en nuestros pequeños bebés, quedamos impresionados y, después de la investigación, estamos ansiosos por poder presentárselos a todos nuestros pequeños”, dice Daniel Lockyer, del departamento de neonatología del Poole Hospital, Inglaterra.
Lo más bonito es que en diversos hospitales de Europa, se pide a voluntarios que elaboren el pulpito para los pequeños que llegaron al mundo un poco antes de lo debido.
Los pulpos solidarios están esterilizados y son donados por voluntarios
En Dinamarca, los voluntarios han tejido más de 30 mil pulpos (de 20 centímetros aproximadamente) para los bebés.
Es importante destacar que los pulpos NO suplen los brazos de los padres de los bebés, ni sus efectos sobre el bienestar para el mismo. Simplemente es un valor agregado y complementario para su crecimiento, desarrollo, progreso y seguridad.
Los prematuros necesitan mayores cuidados y más atención, por eso sus papás deben implementar cualquier alternativa adicional a lo que los médicos determinen.
Casi por instinto, los recién nacidos toman con sus manos las sondas y catéteres a los que están conectados, por ello el pulpito es la opción.
Los pulpos tejidos no son un sustituto de los brazos de papá y mamá, sino un complemento para su desarrollo y seguridad
No es un tratamiento médico, pero si un elemento tranquilizador y relajante para los pequeños que se encuentran en la incubadora.
La prematurez es la primera causa de mortalidad en menores de cinco años a nivel mundial y se calcula que cada año nacen –a nivel mundial– 15 millones de niños en esta condición.
En México, la cantidad de bebés prematuros que nacen anualmente es de 120 mil.
En Europa son una sensación que insta a que más voluntarios envíen desinteresadamente a este compañero para los bebés y en México se implementó recientemente.
De hecho, con el objetivo de que los recién nacidos se desarrollen emocional y afectivamente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya puso en práctica esta tendencia.
El programa del IMSS lleva por nombre “Pulpos con causa” y cuenta con la participación de la Fundación La Cana – Productos con Causa, que se describe como “un grupo de mujeres preocupadas por la falta de políticas eficaces para lograr la reinserción en la sociedad de las personas privadas de la libertad en nuestro país y por las condiciones en las que viven dentro de los centros penitenciarios, las cuales dificultan que su rehabilitación y reinserción social sea efectiva”.
Este proyecto social busca crear oportunidades de trabajo a las mujeres en prisión para que, al obtener su libertad, “tengan un empleo que les permita obtener un ingreso legal con el que puedan convertirse en un sustento para sus familias”.
Para que sea adecuado, además de estar esterilizado cuando llega a las manos del bebé prematuro, el pulpito debe estar tejido en 100 por ciento algodón, contener relleno sintético hipoalergénico y lavable a 60 grados, sus tentáculos no deben medir más de 22 centímetros y no puede contener botones, listones o cualquier otro accesorio (sus ojos son también tejidos, por ejemplo).